La nueva iglesia de Santa Teresa de Jesús (la segunda de la diócesis con el título de la santa y mística española, puesto que la primera es la iglesia parroquial de Garín-centro) fue dedicada por Mons. Oscar Sarlinga, Obispo diocesano, el día 30 de agosto, en la misa de las 18, con la concelebración del cura párroco del lugar, Pbro. Lic. Hugo Acuña, y numerosos sacerdotes, entre los cuales el P. Oscar Iglesias, decano de Pilar, el P. Gabriel Micheli, cura párroco de Nuestra Señora de la Paz y San Francisco de Asís y numerosos otros, entre los cuales el P. Marcelo, de la parroquia de Nuestra Señora de Aranzazu, quien concurrió con los coordinadores de la futura misión joven. Asistieron el Sr. Intendente municipal, Dr. Humberto Zuccaro y algunos concejales, junto con muy numerosos fieles laicos, y también algunas religiosas. También se hallaban presentes los jóvenes de la asociación “La posada de la vida” de recuperación de tóxico-dependientes, en la cual intervienen tanto el P. Hugo Acuña como la Sra. Patricia Sikora (quienes son delegados, a la vez, de la pastoral de adicciones en la diócesis).
La zona del Río Luján es vasta y “el bajo” del río, como se lo llama, se extiende por los partidos de Exaltación de la Cruz, Pilar, Campana y Escobar. Cerca del casco histórico de Manzanares y no lejos del Parque industrial de Pilar existe una zona humilde, no tan conocida, pero poblada por gente amigable y llena de esperanzas, que es el barrio “Río Luján”. Cercana a una hermosa reserva natural como es el cauce del Río Luján que cruza el distrito, existe uno de los barrios emblemáticos de la comunidad manzanarense, ubicado en una zona semi-rural, rodeado de barrios cerrados y quintas. El río está cerca y a veces provoca anegaciones. Existe una salita de salud, tanto más necesaria por la cantidad de los niños que lo habitan, la mayoría en edad escolar. En terrenos del Obispado funcionó hace tiempo la sala de auxilios y de salud, que luego el Municipio construyó en otro lugar, cercano. En ese predio, la edificación, que permaneció como una pequeña casa, fue sede en enero de este año de 2011, de la “misión joven”, a cargo del Padre Mauricio Aracena y de jóvenes de Pilar, Manzanares y de Belén de Escobar (principalmente del colegio “Santa María”) junto con la virgen consagrada Teresa Ferlaino, a quienes acompañaron el cura párroco, Pbro. Hugo Acuña, y un par de días también Mons. Marcelo Monteagudo, delegado de las misiones, y el mismo Obispo, Mons. Oscar Sarlinga. Cabe destacar que las misiones juveniles forman parte de una de las opciones pastorales fundamentales de la diócesis, como se consigna en el Plan Pastoral diocesano, (Cf. Capítulo I: El camino pastoral recorrido nos orienta, y nos allana el camino por recorrer, n. 7: Profundización en la dimensión evangelizadora de toda la Pastoral: “La propuesta y puesta en práctica de las «misiones juveniles» llevadas a cabo en distintas ciudades y localidades de la diócesis por parte de grupos de jóvenes misioneros ha tenido una importancia clave en el conocimiento mutuo, en el amor por el sentido de la misión, y en la revitalización de comunidades católicas que hasta ahora habían sido visitadas más bien por otros grupos religiosos o incluso por sectas”.)
Así, en la misión 2011 los jóvenes misioneros de la diócesis de Zárate-Campana visitaron todas las casas y familias, reunieron una importante cantidad de niños y adolescentes y al mismo tiempo contribuyeron al relevamiento de las familias más carenciadas para la ulterior misión de Caritas parroquial de San Luis Gonzaga de Manzanares, como un signo de trabajo en conjunto y de comunión orgánica.
De hecho, en el próximo verano de 2012 la zona será nuevamente misionada por los jóvenes de la parroquia de Nuestra Señora de Aranzazu, de San Fernando (diócesis de San Isidro) junto con el padre Marcelo, vicario parroquial, y a pedido del Pbro. Jorge Lagazio.
El Obispo Mons. Oscar Sarlinga realizó una sucinta reseña de la historia del lugar, desde los tiempos de la sala de salud, hasta la actual capilla, así como narró aspectos de la misión joven 2011 y de la vida de Santa Teresa de Jesús, la patrona de la nueva iglesia. La iglesia fue dedicada con la bendición de los muros, del sagrario y del altar. En cuanto a la celebración frecuente de los sacramentos en ese barrio, que hasta ahora no contaba con un lugar de culto, podemos también referirnos al Plan Pastoral diocesano de Zárate-Campana en cuanto al valor de la celebración de la vida litúrgica de la Iglesia y de la oración, en: I. Introducción, n. 3: Líneas fundamentales y generales a tener en cuenta para vivir efectivamente en la caridad pastoral de la Iglesia: a). La consideración de la celebración del misterio cristiano, nos llevará a ocuparnos de la celebración litúrgica de la Iglesia y de la vida de oración y, por último, el servicio al mundo en caridad nos situará ante los nuevos desafíos que plantea la misión evangelizadora y la transformación de la sociedad. b). La revalorización de la función de los sacramentos en la evangelización, tal como fue explicada en Evangelii nuntiandi, en todo el Magisterio posterior, y en Navega Mar adentro: "(…) la evangelización no se agota con la predicación y la enseñanza de una doctrina. Porque aquella debe conducir a la vida: a la vida natural a la que da un sentido nuevo (…); a la vida sobrenatural, que (…) encuentra su expresión viva en los siete sacramentos y en la admirable fecundidad de gracia y santidad que contienen". En efecto, la evangelización despliega de este modo toda su riqueza cuando realiza la unión más íntima, o mejor, una intercomunicación jamás interrumpida, entre la Palabra y los sacramentos. Porque es equívoco y nocivo el oponerla evangelización a la sacramentalización. Lo que hay que evitar es el «sacramentalismo». Es seguro que si los sacramentos se administran sin darles un sólido apoyo de catequesis sacramental y de catequesis global, se acabaría por quitarles gran parte de su eficacia: "(…) la finalidad de la evangelización es precisamente la de educar en la fe, de tal manera, que conduzca a cada cristiano a vivir -y no a recibir de modo pasivo o apático- los sacramentos como verdaderos sacramentos de la fe". C). El sentido de Fe de nuestro pueblo (frente a un subjetivismo creciente de la fe como puro sentimiento o sentir subjetivo) ha de ser confirmado alentado y ayudado con el pastoreo”. El Obispo Oscar Sarlinga dijo también en la homilía que “el sustrato de fe de nuestro pueblo, todavía vivo (podía) revitalizarse considerablemente a través de la piedad popular, orientada ésta, potenciada, con la gracia, con la enseñanza de la Iglesia, y sobre todo con el Poder de Dios, Señor de la historia, que guía a su Iglesia”.