Por SIC el 29 de Enero de 2010
En el marco de la reciente presentación del mensaje del Papa Benedicto XVI para la 44 Jornada Mundial de las Comunicaciones sociales, monseñor Claudio Maria Celli, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales, confía en exclusiva a H2onews, la importancia del tema con relación al año sacerdotal que la celebra Iglesia Universal.
“Este año el Papa ha elegido un tema particolar en conexión con el año sacerdotal, el tema es “el sacerdote en el mundo digital, los nuevos medios de comunicación al servicio de la palabra.
“Es interesante porque el Papa en su mensaje habla del papel que el sacerdote juega, ejercita, en el campo de la pastoral digital, pero no se dirige solamente a los sacerdotes”.
“El mensaje se dirige a toda la Iglesia, que deve descubrir poco a poco el papel que juega el sacerdote en el nuevo campo de la pastoral del mundo digital”.
La tarea fundamental de todo sacerdote es el amor del mensaje evangélico y ser ejemplo de la Palabra de Dios para todos los miembros de la Iglesia y recordar a todos los hombres de la humanidad la buena noticia.
“El tema es importante porque el Papa reconoce que el sacerdote en este sector debe mantener una grande fidelidad al mensaje evangélico, debe ser un testigo apasionado de la Palabra de Dios, debe recordar, como dice el texto, a esta humanidad perdida que Dios está cerca, que Dios ama al hombre, éste es el tema fundamental de la buena noticia, del grande anuncio”.
Monseñor Celli puntualiza la invitación que el Papa dirige en su mensaje, con esta sucinta frase:
“Me parace que éste es el gran desafío, el anuncio sereno, profundo, que implica que el Papa dirige a todos nosotros con su mensaje en la 44 jornada mundial de las comunicaciones sociales”.
Como vemos, nuestro Papa Benedicto XVI no deja de sorprendernos. Y, como hemos dicho, esta vez lo ha hecho con el "Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales", que inserta en el año sacerdotal desde una perspectiva tan original como sorprendente. Baste pensar que su lema es «El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra». Lo que el Papa quiere, en última instancia, es que los sacerdotes incorporen cada vez más a su acción pastoral el mundo de las nuevas tecnologías.
Es evidente que la tarea primaria del sacerdote es la de anunciar a Jesucristo y comunicar la multiforme gracia divina que nos salva mediante los sacramentos. Lo que ocurre es que los medios modernos de comunicación dan a la Palabra una capacidad de expresión y difusión casi ilimitada, y abren enormes perspectivas a la acción evangelizadora de la Iglesia. Las autopistas de la comunicación digital se han convertido en un instrumento de intercomunicación tan poderoso, rápido y eficaz, que no usarlas sería una grave irresponsabilidad.
Esta realidad sitúa al sacerdote –en palabras del Papa- ante el umbral de una «nueva historia», porque en la medida en que las nuevas tecnologías susciten relaciones cada vez más intensas y más se amplíen las fronteras del mundo digital, «tanto más se verá llamado el sacerdote a ocuparse pastoralmente de este campo».
El mandato de Jesucristo «Id al mundo entero, y predicad el Evangelio» pasa hoy, necesariamente, por el uso constante y gozoso de los medios digitales de comunicación. Por eso, el Papa no duda en afirmar que los sacerdotes, además de valerse «de los medios tradicionales, ha de hacerlo también de los que aporta la nueva generación de medios audiovisuales: foto, video, animaciones, blogs, sitios web» para «la evangelización y la catequesis».
Evidentemente, el sacerdote seguirá necesitando una sólida formación teológica y una honda espiritualidad para descubrir al hombre de hoy el rostro de Cristo. Pero a esta formación hay que “unir el uso oportuno y competente de los medios digitales». La formación doctrinal y espiritual y el uso de los medios de comunicación han de ensamblarse en perfecta unidad y tener siempre delante el mismo horizonte: anunciar a los hombres y mujeres, especialmente a los no creyentes, la persona y doctrina de Jesucristo Salvador.
Uno se imagina con qué alegría y empeño se hubiera acercado san Pablo, el apóstol por antonomasia de los paganos, a esta tecnología digital, si hubiera existido en su época, a los fines de hacer llegar el mensaje salvador hasta el último rincón del planeta.
Porque hoy dìa, hay que reconocerlo, es una realidad que una página web o un blog pueda llegar al lugar más alejado de la civilización. Y es posible entrar en contacto creyentes de cualquier religión, con no creyentes, así como con personas de todas las culturas.
De todos modos, los medios masivos de comunicación, y las modernas tecnologías, por sorprendentes que sean, han de ser usadas con fundamento en los valores, en las virtudes, en la alegría de evangelizar y de construir la civilización del Amor. En ese sentido, no se trata tanto de "estar por el simple hecho de estar presente" en dichos medios, o de simplemente "hacer uso de ellos". Presuponiendo esto último, lo que tenemos que tener ante la vista es concebirlos como "instrumentos" al servicio de la evangelización y de la dignidad de la persona humana, de su promoción humana integral.
Es en este aspecto como el sacerdote ha de ser siempre consciente de ser un "servidor de la Palabra" que salva y favorece el desarrollo humano integral. De ahí que, como señala el Papa, siempre hay que asegurar «la calidad del contacto humano y la atención a las personas y a sus auténticas necesidades espirituales». Los medios tendrán la calidad humana y espiritual de las personas que los manejan y llevan adelante. Misión del sacerdote es "animar a esas personas", en el sendido de "darles alma", derramando sobre ellas todo su caridad y celo pastoral.
“Este año el Papa ha elegido un tema particolar en conexión con el año sacerdotal, el tema es “el sacerdote en el mundo digital, los nuevos medios de comunicación al servicio de la palabra.
“Es interesante porque el Papa en su mensaje habla del papel que el sacerdote juega, ejercita, en el campo de la pastoral digital, pero no se dirige solamente a los sacerdotes”.
“El mensaje se dirige a toda la Iglesia, que deve descubrir poco a poco el papel que juega el sacerdote en el nuevo campo de la pastoral del mundo digital”.
La tarea fundamental de todo sacerdote es el amor del mensaje evangélico y ser ejemplo de la Palabra de Dios para todos los miembros de la Iglesia y recordar a todos los hombres de la humanidad la buena noticia.
“El tema es importante porque el Papa reconoce que el sacerdote en este sector debe mantener una grande fidelidad al mensaje evangélico, debe ser un testigo apasionado de la Palabra de Dios, debe recordar, como dice el texto, a esta humanidad perdida que Dios está cerca, que Dios ama al hombre, éste es el tema fundamental de la buena noticia, del grande anuncio”.
Monseñor Celli puntualiza la invitación que el Papa dirige en su mensaje, con esta sucinta frase:
“Me parace que éste es el gran desafío, el anuncio sereno, profundo, que implica que el Papa dirige a todos nosotros con su mensaje en la 44 jornada mundial de las comunicaciones sociales”.
Como vemos, nuestro Papa Benedicto XVI no deja de sorprendernos. Y, como hemos dicho, esta vez lo ha hecho con el "Mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales", que inserta en el año sacerdotal desde una perspectiva tan original como sorprendente. Baste pensar que su lema es «El sacerdote y la pastoral en el mundo digital: los nuevos medios al servicio de la Palabra». Lo que el Papa quiere, en última instancia, es que los sacerdotes incorporen cada vez más a su acción pastoral el mundo de las nuevas tecnologías.
Es evidente que la tarea primaria del sacerdote es la de anunciar a Jesucristo y comunicar la multiforme gracia divina que nos salva mediante los sacramentos. Lo que ocurre es que los medios modernos de comunicación dan a la Palabra una capacidad de expresión y difusión casi ilimitada, y abren enormes perspectivas a la acción evangelizadora de la Iglesia. Las autopistas de la comunicación digital se han convertido en un instrumento de intercomunicación tan poderoso, rápido y eficaz, que no usarlas sería una grave irresponsabilidad.
Esta realidad sitúa al sacerdote –en palabras del Papa- ante el umbral de una «nueva historia», porque en la medida en que las nuevas tecnologías susciten relaciones cada vez más intensas y más se amplíen las fronteras del mundo digital, «tanto más se verá llamado el sacerdote a ocuparse pastoralmente de este campo».
El mandato de Jesucristo «Id al mundo entero, y predicad el Evangelio» pasa hoy, necesariamente, por el uso constante y gozoso de los medios digitales de comunicación. Por eso, el Papa no duda en afirmar que los sacerdotes, además de valerse «de los medios tradicionales, ha de hacerlo también de los que aporta la nueva generación de medios audiovisuales: foto, video, animaciones, blogs, sitios web» para «la evangelización y la catequesis».
Evidentemente, el sacerdote seguirá necesitando una sólida formación teológica y una honda espiritualidad para descubrir al hombre de hoy el rostro de Cristo. Pero a esta formación hay que “unir el uso oportuno y competente de los medios digitales». La formación doctrinal y espiritual y el uso de los medios de comunicación han de ensamblarse en perfecta unidad y tener siempre delante el mismo horizonte: anunciar a los hombres y mujeres, especialmente a los no creyentes, la persona y doctrina de Jesucristo Salvador.
Uno se imagina con qué alegría y empeño se hubiera acercado san Pablo, el apóstol por antonomasia de los paganos, a esta tecnología digital, si hubiera existido en su época, a los fines de hacer llegar el mensaje salvador hasta el último rincón del planeta.
Porque hoy dìa, hay que reconocerlo, es una realidad que una página web o un blog pueda llegar al lugar más alejado de la civilización. Y es posible entrar en contacto creyentes de cualquier religión, con no creyentes, así como con personas de todas las culturas.
De todos modos, los medios masivos de comunicación, y las modernas tecnologías, por sorprendentes que sean, han de ser usadas con fundamento en los valores, en las virtudes, en la alegría de evangelizar y de construir la civilización del Amor. En ese sentido, no se trata tanto de "estar por el simple hecho de estar presente" en dichos medios, o de simplemente "hacer uso de ellos". Presuponiendo esto último, lo que tenemos que tener ante la vista es concebirlos como "instrumentos" al servicio de la evangelización y de la dignidad de la persona humana, de su promoción humana integral.
Es en este aspecto como el sacerdote ha de ser siempre consciente de ser un "servidor de la Palabra" que salva y favorece el desarrollo humano integral. De ahí que, como señala el Papa, siempre hay que asegurar «la calidad del contacto humano y la atención a las personas y a sus auténticas necesidades espirituales». Los medios tendrán la calidad humana y espiritual de las personas que los manejan y llevan adelante. Misión del sacerdote es "animar a esas personas", en el sendido de "darles alma", derramando sobre ellas todo su caridad y celo pastoral.
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