La Gran Misión Continental a la que nos han llamado los Obispos de América Latina y del Caribe, en la Conferencia de Aparecida, no es otra cosa que ese compromiso personal o en comunidad, para llevar la Buena Nueva del Evangelio a todos los rincones del continente
Desde que nuestros obispos se reunieron en Aparecida, Brasil, para elaborar el documento: "Discípulos y misioneros de Jesucristo para que nuestros pueblos en Él tengan vida", habiendo sido inaugurada dicha Vta. conferencia del episcopado latinoamericano y del Caribe por S.S. Benedicto XVI, en ese trascendental documento se ha abordado una infinidad de temas de vital importancia para nuestra Iglesia, y se hizo un especial énfasis en la necesidad de insertar a todo cristiano en un proceso misionero de cinco etapas, a comenzar desde el encuentro (o reencuentro) con Jesucristo viviente, y a concluir (y reempezar) con una necesidad personal, la de aquel y aquélla que ha descubierto ese grande Amor, para compartirlo con los demás. Esto es la evangelización. La fe se fortalece dándola.
A partir de ese documento y buscando ser una herramienta que facilitara la lectura y la compresión del documento de Aparecida, es que surgió Misión Aparecida, y por ello proponemos: ¡Manos a la obra!, una invitación para unirse a la Gran Misión Continental que no es otra cosa que ese compromiso personal o en comunidad, para llevar la Buena Nueva del Evangelio a todos los rincones del continente y principalmente a nuestras familias, comunidades y lugares de trabajo.
Desde ese momento hasta la fecha, se han unido a esta iniciativa 650 apostolados y 1400 misioneros, más de 2000 apóstoles de Jesucristo que como Misioneros de la Gran Misión Continental están aprovechando la oportunidad de contactar a otros discípulos para compartir testimonios, aprovechar experiencias y emprender nuevos proyectos en conjunto.
Sin embargo, creemos que el mensaje de Aparecida tiene que llegar a muchas más personas que estén decididas a pacíficamente defender su fe y trabajar por la Iglesia y por la sociedad civil (evangelización y civilización van juntas); es por ello, que nuevamente proponemos la reflexión acerca de la Misión en el documento de Aparecida, y la diócesis de Zárate-Campana ha pedido que desde allí se creen, renueven o regeneren los grupos misioneros, en especial los de jóvenes, a los fines de incorporarlos al apostolado laical misionero.
Recordemos que en el discurso de Su Santidad a los Cardenales, Arzobispos y Prelados afirmó: “(...) los cristianos en América Latina, y con ellos los de todo el mundo, están llamados ante todo a ser cada vez más "discípulos de Jesucristo".
Con este espíritu, y tal como se viene realizando ya hace varios años, durante el tiempo de verano, se intensifica la actividad misionera en la Diócesis, en especial de los grupos de jóvenes. Durante el mes de enero numerosos jóvenes de distintas comunidades han realizado experiencias de misión en distintos puntos de nuestra Iglesia particular.
De tal modo, el recientemente creado grupo de jóvenes “Natividad Joven” de la iglesia co-catedral de la Natividad del Señor de Belén, de Escobar, misionó el Barrio llamado “Río Lujan” perteneciente a la jurisdicción parroquial de San Luis Gonzaga de Manzanares-Fátima (Pilar). La misión tuvo lugar entre los días 3 al 10 de enero, bajo el lema “Cristo, la alegría de nuestra vida”. Participaron de ella en torno a veinte jóvenes provenientes tanto de la comunidad parroquial de la Natividad como del Colegio Santa María de la misma localidad, con el que se va logrando una inserción del mismo en la vida pastoral. La coordinación del joven equipo misionero la tuvo a cargo el Pbro. Mauricio Aracena, quien permaneció con ellos y realizó la celebración cotidiana de la Santa Misa por las distintas intenciones de la feligresía del barrio mencionado, así como la celebración de unción de enfermos y 16 bautismos, con oportunidad de la clausura la misión. Fue importante la participación de niños y jóvenes del barrio, la visita de las casas de familia, y la participación de laicos adultos de la parroquia de San Luis Gonzaga (de la zona de Manzanares y fátima, en el partido de Pilar) y de la Natividad del Señor (de Escobar).
Es de destacar también la visita de nuestro obispo Mons. Oscar Sarlinga, quien escuchó la experiencia contada de todos y cada uno de los misioneros, y asimismo de Mons. Marcelo Monteagudo, oportunidad en la cual pudieron compartir dicha experiencia con la con la gente del lugar. El obispo Mons. Oscar hizo mención de los ejes de comunión y misionariedad de nuestro Plan Pastoral, animó a los jóvenes a seguir intensificando la actitud misionera y fundamentalmente realizó una catequesis sobre la pertenencia a la Iglesia y que la misión es fruto de ella. Ratificó también en esa oportunidad que es la fe la que ha de movernos, la fe de la Iglesia que se hace personal, que se hace "fe vivida" en el Amor, para extender el Reino de Dios, sus virtudes y valores.
Es la primera experiencia misionera de este grupo en ese lugar con la intención de proyectarla a lo largo de tres años. Durante los días de la misión los jóvenes visitaban por la mañana las casas del barrio habiendo llegado a visitar unas 33 manzanas y un total de 426 familias quienes recibieron con gran alegría la visita de los misioneros y sobre todo pidieron que se le diera continuación.
Por su parte también el Grupo Misionero del Movimiento “Santa María de la Estrella” (STAME) acudió a realizar un gesto misionero en uno de los barrios de la circunscripción parroquial de Nuestra Señora del Carmen de la ciudad de Zárate, llamado “Fátima” (en razón de contar con la iglesia de Nuestra Señora de Fátima, en las inmediaciones del Hogar de la Paz y la Alegría, de las Hnas. Misioneras de la Caridad). Fueron numerosos los jóvenes (en torno a 60) quienes participaron de esa experiencia que se desarrolló durante los últimos días de diciembre hasta el 7 de enero. El centro de las actividades que realizaron fue la mencionada Vicaría Nuestra Señora de Fátima, en la zona del bajo de la ciudad. Estuvieron acompañados por el P. Jorge Ritacco, quien es el asesor de dicho Movimiento, y por los sacerdotes de la comunidad y el grupo juvenil de la parroquia, y asimismo recibieron la visita del obispo Mons. Oscar Sarlinga y de Mons. Galuppo, vicario general.
Por su parte, en la ciudad de Belén de Escobar, en la jurisdicción de la parroquia de la Natividad, se ha realizado la "misión joven" en el barrio llamado “Philips” (cerca de la capilla de Santa Clara) los jóvenes de las dos parroquias de Santiago Apóstol y Nuestra Señora de Luján, de Baradero, en número cercano a 15, los cuales recorren las calles del barrio que circunda el cementerio local. Como se ha hecho alusión, la comunidad católica del lugar se congrega en la capilla de Santa Clara, lugar que fue el centro de la misión y de las actividades que se realizan. Junto con ellos está el P. Fernando Fusari, administrador parroquial de la pquia. Ntra. Sra. de Luján de Baradero.
En lo referente a los grupos de adolescentes y jóvenes mayores de la parroquia Catedral de Santa Florentina, llevaron a cabo una misión en Villa Lía, partido de San Antonio de Areco (y jurisdicción de la parroquia de San Antonio de Padua), desde el lunes 3 de enero hasta el domingo 9 de enero. El lema fue “Ámense como Yo los he amado”. Durante estos días unos cincuenta jóvenes, acompañados por el Padre Agustín Villa, realizaron distintas actividades apostólicas. Se alojaron en las instalaciones de la Escuela N° 13 y en los salones pertenecientes a la Capilla San José. Por la mañana, se visitaron las casas, se informaba sobre las actividades en la Capilla, la posibilidad de recibir los sacramentos. Por la tarde, un grupo de misioneros se encargaban de trabajar con niños. Los jóvenes visitaron también el Hogar de Ancianos de la Unidad Sanitaria donde viven alrededor de veinte abuelos. Se misionó además la zona rural, donde guiados por miembros de la comunidad de la Capilla y acompañados por el sacerdote se bendijeron casas.
Todas estas experiencias misioneras han tenido una respuesta muy favorable por parte de la gente de lugar que los recibía. Es de destacar que los días en que fueron realizadas padecieron de un clima particularmente tórrido, inusual incluso en estos tiempos de verano en estas regiones de la Argentina, y que gran parte de los jóvenes (y también de los adultos) que participaron de ellas eran gente que lo hacía por primera vez, o bien en todo caso por vez segunda. Fueron muy intensas las actividades con los niños y los numerosos sacramentos que se realizaron en ellas. La alegría ha sido reciproca tanto de las personas que fueron visitadas en sus casas o convocadas a los centros de misión al ver el rostro de una Iglesia joven con muchas entusiasmo y ganas de compartir la fe, como de los misioneros que han vivido una fuerte experiencia eclesial y de comunión con Jesucristo.
El OBISPO LLAMA A LA MISIÓN JOVEN "DESDE EL DISCIPULADO"
Conforme al compromiso adquirido en el penúltimo encuentro diocesano de catequistas ("ser discípulo es un don destinado a crecer"), el Obispo ha pedido a los misioneros jovenes que prosigan renovadamente en el mes de febrero, y auguró que de allí surjan también vocaciones subespecíficas dentro de la Iglesia, como por ejemplo a ser catequista. Recordando su mensaje del 22 de agosto de 2009, dijo que la catequesis ha de ser vista en el proyecto pastoral diocesano y el trabajo de comunión orgánica con las otras pastorales (con aplicación concreta en las parroquias y colegios), y asimismo, en lo concerniente principalmente a la Catequesis e iniciación cristiana, ésta ha de ser vista a la luz del Documento de Aparecida, el cual, de los últimos tiempos, es el Documento por excelencia de la Misión; esto es, la catequesis asumida como misión, juntos en nuestro caminar, para que nuestro pueblo, en Cristo, tenga vida.
Es la razón por la que repropuso también nuestro recuerdo y renovado empeño en asumir renovadamente la misión continental, ante el «Tríptico de Aparecida» como catequistas del Pueblo de Dios, puesto que "la Gran Misión Continental -afirmó-, para la cual la Conferencia Episcopal Argentina ha dejado a las distintas diócesis el «acto inicial» ha tenido su lanzamiento en la diócesis de Zárate-Campana el día 9 de mayo, con oportunidad del término de la misión en Escobar, la celebración de las Fiestas Patronales diocesanas (por el 8 de mayo, día de la Virgen de Luján) y la consagración de la diócesis al Sagrado Corazón de Jesús, en la iglesia co-catedral de la Natividad del Señor, de Belén de Escobar". Es tiempo, mencionó Mons. Sarlinga de "profundizar sobre la misionariedad en la «catequesis» como aspecto principal, tanto desde la «dimensión misionera de toda la pastoral» como de los «gestos concretos de misión»".
Otros grupos de "misión joven" acompañados por adultos misionarán en distintos lugares de la diócesis durante febrero.